Hay una historia según nuestros antiguos, que dice que en la tierra, árboles y manantiales está la historia de los hombres y mujeres, no sólo de lo que pasó antes, sino también de lo que va a pasar después.
Y cuentan también nuestros antiguos que cuando los Dioses hicieron el mundo, las cosas no quedaron completas. Pero los hombres y mujeres trabajaban y vivían parejos; nadie mandaba ni obedecía, todo se arreglaba por acuerdos. Sin embargo, llegaría el momento en el que otro de fuera iba a querer conquistar las tierras. Por eso era necesario que estos pueblos originarios de estas tierras tuvieran una memoria, y entonces los Dioses les regalaron un árbol. Los Dioses les dieron el árbol sagrado para los mayas, el que sostiene al mundo sobre su cabeza y que hace que la tierra no se caiga con sus raíces. Ese era el árbol, decían los Dioses, era el árbol de la memoria.

Cuando llegaron los conquistadores se dieron cuenta de que no podían vencer a los pueblos indios, pues obtenían fuerzas de ese árbol, de esa ceiba, del árbol de la memoria. Y quisieron destruirlo y quisieron quemarlo y le prendieron fuego. Y entonces la lluvia apagó el fuego y no pudieron destruirlo.

Entonces vieron que para destruirlo tenían que cortarlo, trajeron sus hachas, sus lanzas, y sus espadas y empezaron a cortar el árbol de la ceiba hasta que lo tiraron al suelo y lo hicieron astillas. Pero vino el viento y levantó ramas, hojas y astillas y las repartió por todo el pueblo, por todo el territorio mexicano. Y dicen nuestros antiguos que esas astillas germinaron, y de ahí surgieron los pueblos indios que hoy tienen el trabajo de guardar la memoria para que este país recuerde lo fuerte que fueron sus raíces.

Modificado de Relatos del Subcomandante Insurgente Marcos

LOS OTROS CUENTOS

Centro de Formación y Desarrollo La Ceiba S.C.

Semblanza

La Ceiba, el árbol de la memoria, representa una inspiración para el desarrollo de nuestra organización. En el Centro de Formación y Desarrollo La Ceiba S.C., reconocemos la importancia de fuertes raíces que sustenten nuestro trabajo, por lo que buscamos mezclar la sabiduría de aquellos que han recorrido camino en áreas como el desarrollo territorial, la formación y la investigación, con el entusiasmo y las ideas frescas de aquellos que comienzan su camino en la búsqueda de soluciones a la problemática socio-ambiental que se vive en nuestros tiempos. Lo anterior no sólo nutre a la organización con nuevas experiencias, conocimientos y puntos de vista de forma constante, sino que nos permite desempeñar nuestra labor con el mejor espíritu posible.

Esperamos que como la esencia misma del árbol de la memoria, nuestras ideas y el trabajo que realizamos día a día se expandan y contagien a otros actores e instituciones y así, poder colaborar en la solución de conflictos y promover cambios importantes en diversos contextos del territorio mexicano. Para llevar a cabo nuestro trabajo nos basamos en un marco conceptual que incluye tres líneas temáticas: 1) Sistemas socio-ecológicos, 2) Seguridad y soberanía alimentaria, y 3) Capitales sustentables de vida. Creemos que el desarrollo de estas líneas temáticas a diversas escalas puede tener un impacto importante en las realidades que nos rodean. Por eso, en La Ceiba exploramos estas líneas desde distintas ramas del conocimiento como lo son: i) Educación, ii) Geografía, iii) Ingeniería Ambiental, iv) Ecología Política, v) Ecología, vi) Economía Ecológica, vii) Política Pública y viii) Arquitectura.

En los puntos en que éstas líneas temáticas y enfoques de aproximación interactúan es donde surgen las líneas de trabajo de la asociación. Éstas líneas de trabajo están determinadas por nuestras habilidades, capacidades, experiencia e intereses y son abordadas por las distintas áreas que conforman a la organización: 1) Formación, 2) Investigación y 3) Desarrollo Integral del Territorio. Todo esto se explica de manera gráfica en la figura siguiente. Además nuestro trabajo utiliza distintas herramientas metodológicas y herramientas para la comunicación y vinculación que abarcan diversas líneas de trabajo de La Ceiba.